Es verdad que me marché. Y mientras me despedía pensé que no podía existir tanta tristeza. Ignoras que tuve que inventarme hasta un poco más de aire porque el mio no me era suficiente para respirar en ese instante. Me marché a pesar del dolor que me causó y a pesar del dolor que pudo causarte a ti. Pero vivirás dentro de cada una de estas letras. Un trozo de mi corazón siempre te pertenecerá porque creo que ya nadie podrá acceder a ese lugar. Y yo permaneceré en algún lugar del tuyo. Tú y yo tenemos cosas pendientes. Cómo ver las estrellas y la luna en el mismo sitio. O tomar ese vino del que hablamos. Yo llevaré las copas. O pelearnos en el sofá para convencerte de que veas conmigo esa película romántica que tú te niegas a ver. No sé. Aún creo que ganaré yo. O comprar ese perfume que quiero que lleves puesto. Y unas pocas de cosas más que ahora no recuerdo, porque soy incapaz hasta de pensar. Tal vez la vida tenga el honor de concedernos zanjar todas esas cosas pendientes algún día. Me marché. Sí. Porque era lo mejor.Y tú no me paraste. No. Porque supiste que era lo correcto. Pero nunca nos soltaremos de la mano. Sólo tenemos que tirar un poco, cada vez que el uno necesite del otro.
Es verdad que me marché. Y mientras me despedía pensé que no podía existir tanta tristeza. Ignoras que tuve que inventarme hasta un poco más de aire porque el mio no me era suficiente para respirar en ese instante. Me marché a pesar del dolor que me causó y a pesar del dolor que pudo causarte a ti. Pero vivirás dentro de cada una de estas letras. Un trozo de mi corazón siempre te pertenecerá porque creo que ya nadie podrá acceder a ese lugar. Y yo permaneceré en algún lugar del tuyo. Tú y yo tenemos cosas pendientes. Cómo ver las estrellas y la luna en el mismo sitio. O tomar ese vino del que hablamos. Yo llevaré las copas. O pelearnos en el sofá para convencerte de que veas conmigo esa película romántica que tú te niegas a ver. No sé. Aún creo que ganaré yo. O comprar ese perfume que quiero que lleves puesto. Y unas pocas de cosas más que ahora no recuerdo, porque soy incapaz hasta de pensar. Tal vez la vida tenga el honor de concedernos zanjar todas esas cosas pendientes algún día. Me marché. Sí. Porque era lo mejor.Y tú no me paraste. No. Porque supiste que era lo correcto. Pero nunca nos soltaremos de la mano. Sólo tenemos que tirar un poco, cada vez que el uno necesite del otro.
Comentarios
Publicar un comentario